Golpear
es fácil, sabes que lo estas haciendo bien. ¿Pero que pasa cuando te golpean?
Cuando has estado todo el rato golpeando y has dejado de cubrirte la mejilla
izquierda y ¡PUM! te golpean en toda la cara. Ese golpe duele, porque no te lo
esperabas, porque creías que estabas ganando la pelea. Tu rival lo único que
hacia era resistir los golpes para machacarte cuando estas al descubierto. En
el boxeo se gana así, como en la vida. Lo dijo Rocky Balboa y lo escribo yo. La
gente solo quiere ganar, quieren verse que están golpeando a su rival todo el
rato. Lo que no se dan cuenta es que el secreto para ganar, esta en recibir los
golpes; para conocer mejor a la persona que te estas enfrentando. No te
muestres débil, simplemente aguanta los golpes; que quien te quiera hacer daño
vea que nunca te vas a caer. Ser fuerte es resistir, y atacar solo una vez para
ganar. Ahí esta la fuerza. Supongo que ahora pienso así porque estuve mucho
tiempo golpeando. Hasta que me empezaron a dar hostias cuando deje de cubrirme,
cuando me canse de golpear.
Muchas
veces pienso en las personas que voy dejando por el camino, en las chicas que
les prometí todas mis mentiras. Yo que me ponía de rodillas y prometía amor
eterno. . . seré cabrón. Yo que les decía que estaba enamorado cuando en
realidad lo único que me pasaba es que me sentía solo. . . seré cobarde. Tengo
miedo a sentirme solo, lo reconozco. Me acostumbre a estar con mis amigos, con
mi familia. . . ¿pero que pasa cuando
eso no es suficiente? Cuando necesitas a esa persona que aun no conoces pero
que sabes que esta ahí esperando lo mismo que tú, esperando a ese encuentro, a
esa sonrisa tímida que se produce cuando tus ojos no soportan la atracción de
la mirada de aquello que realmente te hace feliz. Yo no se ya, si se lo que es
el amor, si no lo se, si lo tuve o quizás me engañe yo, si ya me enamorado
demasiadas veces, si he buscado demasiado, si lo que estoy buscando esta justo detrás
de mi; no lo se. Estoy perdido en mi batalla. Luchando por mis sueños. Porque nací
siendo un guerrero, un hombre que le gusta pelear, que no le gusta perder,
porque siempre estoy luchando por lo que quiero ganar. Pero mi castillo esta
lejos del campo de batalla; y ahí esta ella, que tanto tiempo lleva esperando
mi regreso, que tanto tiempo llevo deseando que llegue. Espero que termine pronto
esta guerra, quiero besar por fin a la que me esta esperando, mi princesa.
Los
golpes te hacen reaccionar. Pacho no paraba de repetírmelo cada vez que me
venia abajo. Si nunca has perdido no sabrás jamás lo que has ganado. Pocas
veces he llorado por una chica. Pero un día Pacho me pilló. Me hace gracia cada
vez que me acuerdo. Fue tan patético. La chica que me gustaba estaba con otro.
Yo lo sabía. Lo aceptaba. Pero no se por qué una noche nos quedamos solos y
ella me dijo que yo le había gustado toda la vida. Me quede con una cara de
gilipollas. . . Desvié el tema por donde pude para no llorar. Y después cuando
llegue a casa de Pacho, no pude evitarlo más. Rompí a llorar. Se lo conté a
Pacho y el me tranquilizo como pudo. Me dijo que nos pasa a todos. No te das
cuenta de lo que tienes hasta que se pierde. Me hizo un juego divertido. Me
puso un caramelo en la mano. Él se quedo con otro. El mio a sabia a coca-cola
uno de mis sabores favoritos. El saboreo el suyo; puso una cara de placer increíble,
me dijo que era el caramelo mas bueno que había probado, era su favorito, por
eso me dio el de coca-cola. Mi caramelo ya no sabía tan bueno. Quería probar el
caramelo de Pacho. Justo cuando nos despedimos y yo me iba a mi casa. Me dijo:
Toma me queda un caramelo más de mi sabor favorito. Me lo dio. Yo con ansia lo abrí
y me lo metí en la boca. Puag!!! Que asco!!! Me dieron arcadas. ¿Sabéis lo que
era? Un pastillita de ambientador que ponen en los urinarios. Pacho se puso a reír
a carcajadas. Dijo: Yo lo único que he hecho es resistir ese sabor asqueroso. Me
he puesto a sonreír, me caían las lágrimas del sabor, tú creías que era de
placer, pero era de asco. La gente que suele sonreír cuando están mal; saben
saborear un buen caramelo. Tú cuando tienes tu caramelo te olvidas de saborearlo
y quieres probar el del otro. Porque te dijo que estaba buenísimo. Cuando te
vuelva a pasar lo mismo, debes saborear más el tuyo, decirte a ti mismo que tu
caramelo es mejor, nadie es mejor que nadie, simplemente ahí gente que sabe
poner cara de felicidad cuando las cosas van mal. Porque defienden lo que es
suyo, aunque sea un caramelo que solo sirve de ambientador. Aunque el juego del
caramelo no tenía nada que ver con la historia de aquella chica, me enseño a
saborear más lo que tengo y no lo que tienen otros.