Me preguntaba… que te diría, si estuvieras
conmigo, si me miraras a los ojos.
Quizás no te diría nada.
Me cuesta mucho decirte… escribirte…
Y esto que ahora hago… más que una declaración
de amor, para mi es una utopía…
La utopía de dejar de quererte.
Pero recuerdo, y recuerdo bien, que una vez
me quisiste. Mucho. Más de lo que recuerdo seguramente. Y por ese momento, por
aquella vez; sé, que lo que siento, es algo más que un simple recuerdo.
Recuerdo que aquel día, yo estaba dormido, y tú
me despertaste... Saliste de mi cama despacio, y yo mientras me hacia el
dormido, veía que te ibas a marchar. Y en ese momento tú, muy despacio, cogiste
mi camiseta para taparte. No te tapaba demasiado. Sigilosa, muy despacio, te
levantaste de la cama… y con un paso suave, sin hacer ruido, solo el contoneo
de tu cuerpo sonaba en mi cabeza; te marchaste. Yo desperté en silencio. Salí
de mi habitación; y sin darme cuenta de que estaba desnudo, me fui hacia la
cocina. Necesitaba agua. Llegue, te vi, me miraste, sonreíste… y sin romper el
silencio bebiste de aquel vaso; que aún recuerdo que fue el tuyo. Y justo antes
de que yo pudiera calmar mi sed; sin darme cuenta, me agarraste, me besaste, y
los dos juntos bebimos del mismo envase. Siguió el silencio… nos miramos, sonreímos,
y notando tu respiración cerca de mi cuerpo dijiste; “¡Buenos días!”
Y ahora que mis sueños contigo, no me dejan
dormir solo… Me preguntaba… quisiera preguntarte…
Si quisieras despertar cada día conmigo; como
aquel día… el mismo día que fuiste mía.
FZG