lunes, 27 de febrero de 2012

Capitulo 12

Nadie puede hacerte daño a las espaldas si tú no has dejado rastro.

Hubo un tiempo en el que los hombres se respetaban solo por ser hombres. Ahora ya todo ha cambiado. Hay gente débil que necesita denigrar a los demás porque ven que su objetivo esta en peligro. Hay niños con más de 20 años. No es culpa suya, que no hayan salido de casa aun; ni de sus padres por supuesto. Si tu amigo quiere lo mismo que tu y hace todo lo que pueda para conseguirlo antes que tu; NO es tu amigo. Espero que nadie se sienta identificado con lo que digo. Y si se siente identificado; que este tranquilo, no doy ojo por ojo ni diente por diente. Prefiero pelear sin curarme las heridas, siempre he peleado cada balón, si el árbitro no ha pitado falta. Os recomiendo que veáis una obra de teatro que a parte de hacerte reír, te enseña a no rendirte jamás, pase lo que pase, soportando los golpes, a resistir sin dejar de avanzar, sin dolor, a no dejar de pelear hasta que no suene la campana. Ya sabéis, los que me han conocido, de que obra hablo: “Quiero ser como Rocky” Algún día me  gustaría conocer a Sylvester Stallone para agradecerle muchas cosas. Y a Bill Conti por esa B.S.O. "Going the distance"

He evitado mirar a los ojos a muchas mujeres para no enamorarme. Siempre que miro a los ojos es porque me estoy enamorando. Bueno; también lo hago para mostrar interés. Suelo ponerme bizco cuando intento mostrar interés, mirando a los ojos. Pero ¿que tienen las mujeres en los ojos que me dejan sin palabras? Si a mi me atraen sus pechos, sus piernas, su pelo; ¿Por qué me enamoro cuando las miro a los ojos? El otro día; (Tiempo que abarca desde ayer hasta hace más de diez años) vi a una chica fea, pero con los ojos azules. Yo la vi fea desde el principio. No tenía nada atrayente. Empezó a hablarme; y era interesante como ella no tenia complejos de nada, sonreía con sus dientes mal puestos; yo también los tenia mal puestos y me tapaba al sonreír, pero ella no, así que yo deje de taparme la sonrisa. Ella bailaba moviendo su culo gordo, y yo también tenia el culo un poquito; “de pollo” por eso no bailaba, pero como ella lo bailaba; yo también lo hacia. Y como ella sacaba a relucir todos sus defectos, yo también empecé a relucir todos los míos. Nos empezamos a reír de nosotros mismos. Yo sabía que ella era igual de fea que yo. Así que bueno, pensé; “no creo que me enamore de ella” Pero de repente; la mire a los ojos.

Pacho era bajito como yo. Más cabezón aun que yo. Tenía una boca enorme. Siempre la tenía abierta. Respiraba por la boca siempre. Hablaba y hablaba; solo paraba de hablar cuando tenia que respirar. Puedo escribir miles de historias de él. Me conto una vida entera de historias. A veces pienso que sus historias yo también las he vivido. Muchas veces cuento historias de Pacho como si fueran mías, sin darme cuenta de que jamás estuve presente. Era como el típico abuelo que cuenta sus historias a los nietos. Pacho era un pesado muy interesante. Pacho estaba tan lleno de defectos que era el ser humano más interesante que he conocido en mi vida. Si yo os describiera a Pacho solo sacaría defectos; pero es que son todos esos defectos los que lo han convertido en la persona mas interesante que he conocido en mi vida. Siempre he querido ser como el. Solo por el hecho de que nunca llegare a serlo. Pero si lo tengo como referencia; jamás dejare de crecer. Márcate una meta inalcanzable y ve tras ella; ponla en el cielo; y cuando menos te lo esperes; estarás volando. Pero no pares, porque todavía no has alcanzado tu meta, puedes volar mas lejos.

FZG


domingo, 12 de febrero de 2012

Capitulo 11

Los que lo intentan se quedan en el intento, los que lo hacen consiguen hacerlo.

No entiendo porque me siento mal cuando NO salgo de fiesta un sábado. Tampoco entiendo por qué me da vergüenza decir que escucho canciones románticas en mi habitación. ¿Por qué si te vas a tomar algo y te pides un batido de chocolate todo el mundo te mira raro? ¡Me apetece un batido de chocolate, no una caña de cerveza! Pues no; es una falta de respeto salir a tomar algo y no pedirte una caña de cerveza. Cortas el rollo. Y desde aquí hago un llamamiento a todos los que no beben en los botellones y ponen dinero de menos. Si el botellón toca a 5 euros cada uno, toca a 5 euros cada uno, no a 3 euros si tú no bebes alcohol. Pones 5 euros como todo el mundo y si no bebes, te jodes. ¿Es tan difícil?

Son ellas las que lo ponen difícil. Son ellas las que se ponen a bailar  y se aprenden el baile: “Ai se eu te pego”, mientras tú te emborrachas con el veneno que venden en la barra de la discoteca. Y si bailas, es dando saltos y empujones. Son ellas las que se maquillan y pasan frio con sus vestiditos cortos para que lleguemos nosotros y salgamos despeinados y con 2 jerséis puestos, del frio que hace. Y encima son ellas las que desprecian los piropos currados como aquel que dice: "Eso es andar y lo demás estropear el suelo" para que llegues tu y le sueltes un piropo como: "Como andes así, te vas a desencajar" Pero claro son ellas las que lo ponen difícil. Porque si una chica se acerca a pedirte fuego es que solo quiere fuego, y si se acerca a hablar contigo, solo quiere hablar contigo, y si te pide que le acompañes a casa es que solo quiere que le acompañes a casa. ¿NO? La verdad creo que son unas cabronas por ponerlo tan difícil. Con lo fácil que lo ponemos nosotros mirando a la gogo, y diciendo lo buenas que están todas, mientras no paramos de ligar con la camarera. ¿NO? La verdad chicas; lo ponéis muy difícil.

Para Pacho ya no había nada difícil. Su único dedo gordo le había hecho crecerse antes las adversidades. Él vivía en una época donde el pan se mojaba en harina para comer. Encontrar un trabajo fijo era imposible. Pero él decía que todo era muy difícil, pero nada era imposible. Entonces; un domingo; que era el día en que Pacho aprovechaba para encontrar trabajo; fue de cafetería en cafetería para buscar un puesto de camarero. Pero nada. Y llego la noche y en la ultima cafetería donde sonaba una música horrible; también le dijeron que no. Se pidió un batido de chocolate. Y se sentó en una mesa al lado del pianista. El pianista tocaba renegado. Algo no le gustaba. Pacho, que algo de música sabía, se acercó a ayudarle. Y mientras el pianista tocaba; Pacho terminaba la estrofa de la canción pulsando la tecla que el pianista no llegaba nunca a tocar. ¿Adivináis como lo hacia? Con el dedo gordo de su mano derecha. Toda la cafetería empezó a aplaudir la música que estaba sonando. La música paso de ser horrible a ser maravillosa. Y empezaron a contratar al dúo del piano todas las semanas. Se llamaban: “El pianista y su dedo gordo” 

FZG